Voy a intentar explicaros resumidamente mi experiencia como Au Pair.
Yo buscaba una manera barata de irme a aprender inglés a Irlanda y buscando, buscando, encontré una página web en la que las familias que buscan au pair publican sus ofertas y si te interesa presentas tu candidatura.
De esta manera inicié mis contactos con una familia irlandesa a la que llamaré Familia Bastard para salvaguardar su identidad.
Mr. Bastard y yo estuvimos un tiempo negociando mis condiciones hasta que dimos con una fórmula con la que los dos estábamos de acuerdo, me comentó que él tenía otra au pair en casa y que ella se encargaría del cuidado de los niños, la limpieza, la cocina y que yo me responsabilizaría de llevar a los niños al colegio y sus setecientas cincuenta actividades extraescolares, con lo que iba a tener tiempo suficiente para apuntarme a una academia y dedicar bastante tiempo al día a aprender inglés.
Llegados a este punto, empiezo a buscar vuelos y encuentro que la mejor combinación posible es ir a Madrid en tren, pasar la noche allí y coger un vuelo que sale de Barajas el día 1 de marzo a las 8 de la mañana que me dejará en Londres y de allí al aeropuerto de Shannon (Irlanda).
Después de prácticamente dos semanas de despedidas, muchas risas pero muchísimas más lágrimas, me voy a Madrid cargada con 30 kg de equipaje y nerviosita perdida porque me voy a vivir con una familia que no conozco, a un lugar extraño y voy a tener serias dificultades para comunicarme de manera fluida.
Y es en este momento cuando llega lo interesante, estando en la habitación del hotel, después de escribir unos cuantos emails de despedida, hablar con mi hermana por skype y llorar un ratito, por fin me quedo dormida pero no por mucho tiempo. A las cuatro de la mañana, más o menos, me empieza a sonar el móvil, como yo debía estar en la fase REM del sueño, lo apago pensando que era el despertador, pero vuelve a sonar y veo que me están llamando así que contesto y este viene a ser el resultado:
- Hola soy Mr.Bastard, ¿dónde estás?, ¿estás en Londres?, ahhhh en Madrid, blablablabalablablablabla NO VENGAS blablablablablabla MI ACTUAL AU PAIR SE HA VUELTO LOCA blablablablablablabla DESDE QUE SABE QUE VIENES ESTÁ MUY CELOSA Y AGRESIVA Y SI VIENES NO PUEDO GARANTIZAR TU SEGURIDAD blablablablablablablablablablabla ELLA ES ALCOHÓLICA blablablablablabla CORRES PELIGRO, NO VENGAS. ME HAS ENTENDIDO?
Y yo, entre el empanamiento y el asombro, sólo acerté a decir:
-OK, HABLAREMOS MÁS ADELANTE.
Después de esto miré mi correo y tenía un mail de este señor explicándome lo que me había dicho por teléfono y diciéndome que está liado con su au pair, o eso entiendo yo, y que es buena persona pero tiene problemas y tiene que ayudarla, pero que espera que yo vuelva en unas dos semanas.
Esa misma mañana recibo otro mensaje diciendo que va a tirar a esa loca de su casa y que cuando puedo ir.
Hoy recibo otro en el que me pregunta cuando voy y me dice que su au pair está "mal de los nervios" y hasta que encuentre otro sitio la tendrá en su casa pero que espera que yo vaya la semana que viene.
Yo estoy intentando que me devuelva el dinero que he gastado en el viaje y cuando lo tenga, le van a dar mucho por culo a este señor, a su au pair y si me apuras a Irlanda entera.
Y así empieza y acaba mi experiencia como au pair, singular y única, única sobre todo porque no pienso repetirla.
Vaaaaaaaya tela nena!
ResponderEliminarTienes razón, mejor olvidar este incidente cuanto antes. Una experiencia más y otra anécdota que contar en un futuro (si esque el mundo no acaba este año :P).